Gigantesco Trantor, majestuoso Trantor.
Como un escarabajo codicioso
habitando su alma adormecida.
Inmenso Trantor, coraza cristalina,
consumiéndote tu propio estómago
y elevando tus dientes de metales.
Tentáculo de titanio remachado de oro,
extendiendo tu oxígeno al vacío,
en tu embajada de voces numerosas
ascendiendo en el rugir de tus profundidades.
Abandonado escarabajo muerto de rostro derruido.
Ciegos tus ojos, derrumbados tus cielos,
moribundo Trantor renacido
mientras tu vientre abre sus ojos al cielo.
Muertos. Muertos y flores pudriéndose en tus entrañas.
¡Ah, Trantor majestuoso e incendiado!
que a la galaxia perdiste en laberintos.
Mole metálica rota y derretida,
y tu viejo corazón de semilla.
viernes, 16 de marzo de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Demos gracias al poeta porque hace poemas, al panadero por que inaugura panes, al albañil que ha levantado huecos de una casa, al pescado...
-
Esta noche es azul, y es algo triste.. Está un poco apolillada en los faroles. Y hay restos de gatunas ausencias, de ecos apresurados en...
-
Espera, no te vayas aun. Hoy ha sido alguno de esos días perfectos. Espera, se paciente. Mirémonos un rato a los ojos. Escucha, te digo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario