viernes, 18 de diciembre de 2020

Hoy las musas no hablan. Se han quedado dormidas 
o se han muerto de viejas. 
La edad aquella pura que cantaba el poeta 
se terminó hace mucho. 
Apolo entró en el viento 
y todavía no ha vuelto. 

Es más duro este tiempo, 
más que escribir uno piensa 
como será el futuro de los poetas. 
Las musas extintas, los caballos domésticos, 
y el horizonte ardiendo. 
¿Que escribirá un poeta dentro de tres milenios?

Escribirá, acaso, que ha renovado el viento 
su incomprensible idioma de susurros, 
que ya no se escuchan los gorriones gritando 
dentro del perezoso atardecer del tiempo. 

 

Es un día de frío.  Lo sé porque es el viento  y el cariño del gato  las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día  del oto...