Ay, cuanto ha crecido la mala poesía
entre los yuyos llega arrastrándose
y finge que está muerta
por dejarse la panza boca arriba.
Lagartija sin sol, alma de yeso,
corazón sin viento y sin llovizna.
Cuanto ha crecido la mala poesía,
que ahora amanece
del suelo hasta la altura, tan florida.
Tan desnuda y picante,
y sin el alma verde de la menta.