sábado, 27 de febrero de 2021

No vengas, la mañana ya comenzó sin vos. 
El día se desenvuelve ajeno a tu presencia; 
incluso, es evidente, tu ausencia es el olvido 
que tiñe, un poco oscuras, en el balcón las hojas.
Florecen los jazmines, los gorriones volaron. 
No hay nada más que tenga tu estar entre las cosas. 


sábado, 20 de febrero de 2021

Mi gato se está muriendo, lento
su corazoncito se le va apagando 
porque cada tarde no puede cazar 
al pajarito amarillo que ve pasar. 

¡Ay, como lo busca y lo encuentra 
y no lo puede atrapar!

Pero lo busca, lo busca, 
y cada tarde lo encuentra 
en la más alta cornisa 
donde no puede llegar. 

Mi gato se va muriendo 
cuando escucha el cantar 
del pajarito amarillo 
y no lo puede atrapar. 

¡Ay, como lo busca y lo encuentra 
y no lo alcanza a cazar! 

Ayer se afiló las uñas, 
hoy se bañó con la sombra. 
Mañana que vuelva el oro 
lo tendrá esperando al moro. 

¡Ay, ojalá que mi gato tenga mañana la suerte
cuando escuche, ultima vez, el cantar!  


martes, 16 de febrero de 2021

¿De qué color es el viento?

No hay colores en el viento. 

¿Dónde duermen las tortugas?

Escondidas bajo el tiempo. 

¿Como florece la mora?

Bailando, bailando lento. 


Tarumba bailaba en sombras 
bajo las ramas agudas 
y la mora, sombra dulce, 
se despertó sonriendo. 

Llegaba el viento desnudo, 
plenas las manos de pájaros, 
teñidos de sombra púrpura. 


Bailando andarás, Tarumba, 
que la tierra y que la lluvia, 
y la mora con sus frutos 
y los pájaros glotones 
piden a gritos que bailes 
para hartarse de dulzuras. 

Bailando se hace el viento, 
bailando los remolinos, 
bailando la lluvia llega 
y se va por los caminos.

Bailando el gallo engalana
la siesta de las gallinas, 
y bailando se hizo el árbol 
cuando tu no habías nacido. 


¿Cómo es que el gato es azul? 

Se revolcó en una Luna. 

¿Los peces beben el río? 

Cuando está clarita el agua.

Deja niño, de revisar cada hoja, 
y vete a cuidar que la mora 
tenga agua y beba viento. 

Y luego tendrás la boca 
del mismo color que el tiempo. 


martes, 2 de febrero de 2021


Yo solía escribir, a veces largo rato 
cuando andar de hora en hora me aburría 
y podía estar sin sueños en mitad de una clase 
escribía sobre escarabajos y escaleras. 

Después, no que lo que pasó, 
acaso fue la edad y las descomposturas 
que fueron una a una subiendo hasta el silencio, 
se acomodaron gordas como palomas viejas 
desenredan las horas, conversan y callamos. 

Ahora escribo de a ratos, una palabra suelta 
cae como una hoja que se murió creyendo 
era fatiga el sueño.


Es un día de frío.  Lo sé porque es el viento  y el cariño del gato  las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día  del oto...