y alaba tu bonanza y esta tarde
que despertó riendo en tu estatura parda.
La gente pasa raudamente, gritando entre el silencio de la tarde,
el río de sus voces se agita en tu costado,
mínima piedra muda.
Quizás hoy estás triste
por que algo del mundo no te ha correspondido.
Imposible saberlo, tu ternura
solo se apaga un poco contra el sueño
y dormido en la sombra se adivina
que el tiempo olvidó tenerte.
Tan guardado y secreto, diminuto
tu estar de silencioso acuerdo
con la luz de un sol último en el cielo
calla este atardecer. Mañana viene
de esta eternidad otro momento.