Yo soy en el amor como las nubes,
pues pertenezco al amplio horizonte,
y desde allí observo tus caminos.
Puedo permanecer en mis alturas,
vagamente distraído sobre el viento
con el sol hamacándose en mi oreja.
Estando así tu nombre se hace humo,
de tu figura vuelan las palomas
llevándote en el pecho colorido.
Llega la noche cuando me descuido,
crece en la tierra inundando los campos
y florece la luz de las ciudades.
Pero ya estoy dormido.
miércoles, 4 de julio de 2018
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