Robé muchas plantas
de jardines ajenos
rescaté cada hoja
de jardines ajenos
rescaté cada hoja
cultivé cada rama
como una hormiga negra
de esas que regresan con hambre
y con una verdura
cortada entre las sombras.
Después tierra
cuidado
que la raíz prometa
su lenta sed y brote
entre los ramilletes una plantita
nueva, entre todas las cosas
original y muda.
A veces no sucede
porque ha sido la lluvia
el calor
los eneros
las espinas del frío
y el mal hado del viento
que ese brote se agosta
se retuerce y se quiebra
y entra al sueño.
Habrá que reintentar
el caprichoso orégano
y el zapallo ambicioso
que no quisieron dueño.
Es que hay tan poca tierra
para su desmesura
y es tan cruel el sino
de mínima maceta.
Yo sueño con un largo jardín de tierra negra
bordeado de zapallos,
las cigarras renuevan,
en la sombra, su llanto.