sábado, 13 de enero de 2024

Hoy no se que escribir, porque las cosas 
están frías y muertas, 
el silencio ha tomado los días de la semana. 


Miro por la ventana 
como el sol y la palma 
se ocupan de la siesta 
y echan lentas las cuentas 
de las chapas dormidas. 


En días así los colibríes venían 
para beber las lagrimas
que prefiere el recuerdo. 

Huerfana ella y la siesta, 
les hablaba a los pajaritos 
como si fuesen muertos. 
Ellos bebían las flores 
y escapaban al refugio de la ausencia. 


Decía mi tía que los colibríes traen 
la pena y el amor, las cosas dichas, 
los intensos silencios de las fotografías. 

Será que es el recuerdo 
su sed por la dulzura 
de flores amarillas. 


miércoles, 10 de enero de 2024

Allá los buenos vecinos detienen a escobazos 
a un ladrón que hoy asomó el hocico 
con mal arte, con poca habilidad;
no se parece en nada al ladrón de los libros 
legendario, de sombra, que tocaba 
lo ajeno con su sombra de risa. 

Este mal infante tiene dedos muy debiles, 
el hambre, la soledad, la clase 
son sus males. No hay oficio 
pero hubo calor o frío en exceso. 
Crecen de mala forma los arbolitos. 

Ahora los vecinos quieren golpearlo 
con las buenas costumbres de la vida. 
Tienen puños cerrados, dientes rudos, 
pueden patear las lagrimas del robo 
por el inutil hueco del desague. 

¿Quién puede culparlos? Hay tantos 
ladrones y vecinos, escondidos 
en el vasto murmullo de la calle. 


viernes, 10 de marzo de 2023

Creo que no persiste nada 
de tu condición  original. 
La jaula cotidiana te ocupa cada hora
y despiertas y duermes dentro de su pasiva sombra. 

Estas triste o cansada, pero no  lo sabemos 
porque nunguna forma de saber ha quedado 
adentro de tu jaula. Reina el grave silencio 
que concierne al encierro. 

Muerte es todo lo que rodea; 
muerte de semillas desnudas en el suelo, 
muerte d eplumas caídas, 
muerte de agua sucia; 
todo decae y consume 
alrededor tuyo. 

Estas triste, el silencio crece como una mancha  
de palabras torcidas destempladas en gritos 
hacia las altas nubes de este mínimo cielo. 
Estas triste y la jaula no puede  liberarte 
porque no sabe como desgarrarse en la sombra
para abrirte camino. 

Te perderías en la extensión del  mundo
que los humanos tienen alrededor de esta casa.
Quisiera liberarte pero  la  jaula nos de metal 
y no se como abrirla desde tus alas verdes,  
apretadas de tanto esperar en silencio. 

Vas a dormir sola, bajo una manta sucia
la oscuridad se ocupa de tu espera y consuela 
la vastedad del día que ha concluido. 



miércoles, 7 de diciembre de 2022

Bajo el techo de lata de la agencia de lotería 
suelen florecer las margaritas, agobiadas. 
Florecen y mueren sin que las riegue nadie, 
nadie más que la lluvia.

Las losas destrozadas, el barro, la avenida 
ignoran al mendigo que cada tarde espera 
junto a las margaritas su destino aburrido. 
A veces tiene pan, a veces 
deja la ropa sucia sobre el cantero pardo, 
y se irá por las calles 
buscando la botella de líquido dudoso 
que es su única compañía. 

Las margaritas lucen sus flores blanquecinas, 
aprovechando el sol de falsa primavera.
El mendigo hoy no está, 
se habrá ido con la siesta 
para rondar sereno frente a puertas ajenas. 
Quizá vuelva con pan y una botella nueva, 
como un árbol, sucio 
de todas las miserias. 

El verano es un largo camino entre las calles. 
Estos días incluso uno se siente un poco abandonado; 
y para solucionarlo escribo estas frases, 
improviso un poema, 
regalo un billete a un joven en la plaza. 

Se espera que esas cosas, 
mínimas pero tercas,
disipen el agobio 
de estar y darse cuenta.


jueves, 1 de diciembre de 2022

Sobreviviste, las piedras están húmedas 
y el sol ha sido suave. 
Es como si el mundo se quedara esperando 
a que ya estés comleta, que te atrevas 
y encuentres el humbral por vos misma. 

Luego tendrás tus hojas 
completas y hambrientas 
sobre todas las cosas. 
Sobreviviste y puede 
el futuro asomarse 
a prometernos cosas. 


 A veces me sucede que no duermo
y junto a la penumbra de la noche
dedico mis instantes a envejecer lijero, 
tenáz junto a los tumbos de la Luna, 

la soledad de cada nube 
y lo completo de cada árbol a oscuras. 

Y si no hay luna, espero 
entre las cosas que no mueren 
enrollado en mi resto. Soy igual 
que la mesa y las sillas, que el jarrón 
con su frío manojo de hojas muertas. 


sábado, 15 de octubre de 2022

Robé muchas plantas 
de jardines ajenos 
rescaté cada hoja 
cultivé cada rama 
como una hormiga negra 
de esas que regresan con hambre 
y con una verdura 
cortada entre las sombras. 

Después tierra
cuidado 
que la raíz prometa 
su lenta sed y brote 
entre los ramilletes una plantita 
nueva, entre todas las cosas 
original y muda. 

A veces no sucede 
porque ha sido la lluvia 
el calor 
los eneros 
las espinas del frío 
y el mal hado del viento
que ese brote se agosta 
se retuerce y se quiebra 
y entra al sueño. 

Habrá que reintentar 
el caprichoso orégano 
y el zapallo ambicioso 
que no quisieron dueño. 
Es que hay tan poca tierra 
para su desmesura 
y es tan cruel el sino 
de mínima maceta. 

Yo sueño con un largo jardín de tierra negra 
bordeado de zapallos, 
las cigarras renuevan, 
en la sombra, su llanto.


Hoy no se que escribir, porque las cosas  están frías y muertas,  el silencio ha tomado los días de la semana.  Miro por la ventana  como el...