Hoy no se que escribir, porque las cosas
están frías y muertas,
el silencio ha tomado los días de la semana.
están frías y muertas,
el silencio ha tomado los días de la semana.
Miro por la ventana
como el sol y la palma
se ocupan de la siesta
y echan lentas las cuentas
de las chapas dormidas.
En días así los colibríes venían
para beber las lagrimas
que prefiere el recuerdo.
Huerfana ella y la siesta,
les hablaba a los pajaritos
como si fuesen muertos.
Ellos bebían las flores
y escapaban al refugio de la ausencia.
Decía mi tía que los colibríes traen
la pena y el amor, las cosas dichas,
los intensos silencios de las fotografías.
Será que es el recuerdo
su sed por la dulzura
de flores amarillas.