viernes, 22 de julio de 2022

Que tristes los domingos con la lluvia, 
el cañaveral húmedo se agita 
ahí donde el viento revuelca 
su lomo contra el cielo. 

Que tristes porque el mundo se ha quedado dormido 
y se le notan tanto los costados heridos. 

Tristes porque nadie sabe, 
en esta ciudad, quedarse quieto 
y esperar que las cosas sucedan sin ruido. 


Es un día de frío.  Lo sé porque es el viento  y el cariño del gato  las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día  del oto...