El viento pasa solo, abandonado.
Y todas las canciones se callaron,
todas las penas se apagaron.
Que dulce soledad es esta pena
de no tener prendida ni una vela.
La Luna se ha dormido sin nosotros.
Se le olvidó prendernos su candela.
Soy como los vampiros que huyen cuando el día
amenaza los bordes de la noche dormida
y se encierran en ataúdes cómodos
a soñar con la belleza de la bruma.
martes, 27 de marzo de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Demos gracias al poeta porque hace poemas, al panadero por que inaugura panes, al albañil que ha levantado huecos de una casa, al pescado...
-
Esta noche es azul, y es algo triste.. Está un poco apolillada en los faroles. Y hay restos de gatunas ausencias, de ecos apresurados en...
-
Espera, no te vayas aun. Hoy ha sido alguno de esos días perfectos. Espera, se paciente. Mirémonos un rato a los ojos. Escucha, te digo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario