Se mueren las personas
y nadie se da cuenta.
Los pocos que los amaron
se enteran y se olvidan.
Nos sucede lo más trascendental
que puede sucedernos
y los demás lo ignoran.
Nos abandona el cuerpo
al frío extremo del albedrío libre
y somos infinitamente solos,
azules contra el mar
y verdes entre las algas.
martes, 19 de agosto de 2014
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