No quiero que me ames ni me llames.
Quiero apenas que existas, seas posible.
Quiero que cada tanto pases cerca mio
y me recuerdes que existen las orugas.
Se puede germinar en algo nuevo.
No quiero pertenecer a ti ni que me tengas.
Estoy al otro lado de la ambición cualquiera.
Espero que aparezcas después de la penumbra,
como una luna velada por las nubes
que de pronto se anima a deslumbrarnos.
Diría que apenas quiero que aparezcas,
para saber que puede mezclarse entre nosotros
la altiva soledad de la belleza.
sábado, 30 de agosto de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Yo he tenido el amor entre los brazos, pero no era el amor; y he roído sus mieles una a una, pero las encontré vacías. Y una noche, que ...
-
Demos gracias al poeta porque hace poemas, al panadero por que inaugura panes, al albañil que ha levantado huecos de una casa, al pescado...
-
Fue el centauro a la roca para mirar el agua como un arbusto más sobre la tierra; el pálido reflejo no lo miró a los ojos. Una pequeña ag...
No hay comentarios:
Publicar un comentario