No quiero que me ames ni me llames.
Quiero apenas que existas, seas posible.
Quiero que cada tanto pases cerca mio
y me recuerdes que existen las orugas.
Se puede germinar en algo nuevo.
No quiero pertenecer a ti ni que me tengas.
Estoy al otro lado de la ambición cualquiera.
Espero que aparezcas después de la penumbra,
como una luna velada por las nubes
que de pronto se anima a deslumbrarnos.
Diría que apenas quiero que aparezcas,
para saber que puede mezclarse entre nosotros
la altiva soledad de la belleza.
sábado, 30 de agosto de 2014
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