Historia de Reyes y su maravilla y su tristeza.
Gaspar
Serakín
me llamaron antiguos
en
la tierra de la leche y la miel.
Y
los hombres que hicieron del mundo
un
asombro, una luz, Amerín.
Tengo
nombres antiguos,
palabras
que recorren la huella del tiempo.
Mucho
antes del Rey y la estrella,
quemé
incienso bajo el viento del Este
en
un mundo que ya nadie recuerda.
Y
en la antigua ciudad que he perdido,
diluida
en el sol y la arena
me
nombraban Kansbar los hombres
que
habitaban las cuarenta columnas,
siempre
atentos, tan sabios de estrellas.
Melchor
En
la luz de los fuegos miraba
los
secretos que guardan las llamas
y
una voz en el viento me dijo:
mira
al mar y a la aldea lejana.
Una
estrella se cae, se cae.
Hay
un ala que vuela en las ramas.
Mira
al mar que ya viene la noche,
esa
luz no es mentira y es santa.
Soy
el rey de la luz y la busco,
voy
camino a la choza y la estrella.
Soy
el Rey de la Luz y mi senda
ya
me guía hacia luminarias.
En
la orilla del mar, que me llama
Magalath
del oro y la rama,
una
hoguera me busca y me espera.
Voy
camino a encenderme,
soy
antorcha y busco mi flama.
Baltasar
Del
horizonte antiguo de la selva vengo,
voy
a la ciudad que brilla y es colores.
Cuando
alcancen mi pasos la cuna
tendré
un rey y un nombre guardado.
Cuando
toquen mis manos sus manos
habrá
días de incienso y resguardo.
Soy
el mago que viene del agua
y
en nombre de la selva vengo.
Soy
el rey del árbol y el cielo
es
mi guía, promesa y consuelo.
Baltasar,
no olvides pedirle,
me
dijeron en mi tierra dura,
que
la sangre no resulte simple.
Hemos
visto la Luna y la Estrella,
dile
al rey que no olvide promesas.
Soy
el Rey del árbol y busco
una
extraña esperanza que crezca.
Voy
del sur hacia el norte, aunque tarde
mi
camino no ha de ser eterno.
*
La búsqueda de los Magos
No
sabemos su nombre, su seña
solo
está en el cielo que vimos.
Una
estrella que va al Poniente
nos
conduce por raros caminos.
Y
la Luna nos dice “apresuren”.
¿Es
el rey o es el viento el que viene?
Ese
árbol se alza en la senda,
ese
pez ilumina el augurio.
No
sabemos su nombre, sus manos
son
manos de niño y guijarro.
No
hemos visto su rostro en las aguas,
no
nos dicen las llamas su aura.
¿Cuál
pequeño debemos buscar?
Solo
un niño que brille y que ría,
solo
un niño que tenga la risa
como
un largo camino de vida.
Cantor,
dime que viste cuando la estrella
te
iluminó la clara persistencia de tu verso.
Señálenme
la estatua que indique
a
donde vive el prodigio.
Que
tu barca me lleve, hay una huella
que
sube por el río hasta su cuna.
Quememos
la limpieza de las hojas,
digamos
las antiguas oraciones.
Existen
símbolos que solo conocemos
nosotros
los recitadores.
Existe
un largo viaje a la penumbra
donde
la humanidad ya nos asombra.
*
Tristeza de los Magos tras la
matanza de los Inocentes.
Vamos
a la cabaña de la Luna nueva.
Afuera
llueve tanto que nos ciega
pero
en la oscuridad de la inocencia
segaron
sus augurios de criaturas.
¿A
dónde queda Dios en tanta sangre?
Nos
dijo que la Luna sería pura.
Si
este es el precio de su divina sangre,
no
habremos de encontrar la paz ahora.
Anoche
bajó el río con la purpura
túnica
que corresponde a la vergüenza
que
desatamos sin saber en dónde.
Rey
te llamas, Rey del filo y el estremecimiento
te
nombramos nosotros los leales
a
esa causa que aún no descubrimos.
*
Los Reyes, el niño y la Luna.
Hermanos,
esta noche nos durará la vida.
La
Luna no se va de nuestro asombro.
¿Hicimos
estos viajes por un niño?
Milagro
inesperado son siempre los cachorros.
Un
día en otro tiempo dirán
“todo
lo joven es hermoso”.
Pero
no han visto esto ni lo verán otros.
Por
qué razón la verdad nos encarna
esta
existencia mínima que duerme.
No
lo sabemos y aún no lo alcanzamos.
Somos
los caminantes que lo observan
después
de un largo viaje entre el polvo.
Somos
la larga hilera de los hombres
que
miran sobre el hombro y te descubren.
¿Esto
era Dios? No lo esperaba.
Este
niño se duerme y no me alcanza.
Dejadme
que lo mire más de cerca,
dejadme
que lo toque antes que huya al alba
como
un engaño de la Luna nueva.
Si
esto era Dios, no esperaba
que
ignore mi pregunta con su sueño.
Esto
parece un niño y no un eterno.
Mirad
hermanos, aún es niño.
Hay
que dejar que duerma a nuestro amparo.
*
Despedida y preguntas.
Corred,
que se resguarde.
El
Rey de la miseria está en la marcha,
él
no sabe de niños y caminos.
Corred,
no es falsedad ese color del río.
Adiós,
lleva mi tierra.
Adiós,
lleva mi aire.
Adiós,
lleva mi sangre.
¿A
dónde vamos la estrella aún nos guía?
Esta
solo el desierto enfrente nuestro
y
estas preguntas no consiguen respuestas.
Dónde
iremos, hermanos, sin la Luna,
sin
el hijo, sin Dios, sin tierra o patria.
¿Cuánto
esperaremos en las ciudades
antes
de ver lo que resulte?
Vamos
hacia el desierto y el camino.
Que
nada nos detenga por ahora,
porque
todos los prodigios se disipan.
Solo
nos quedan el desierto y el camino.
*
Tristeza de los Magos tras la Cruz.
¿Dónde
vamos, hermanos, esta noche?
¿Donde
encontraremos sepultura?
Ya
la tarde nos pesa como nunca,
se
ha ido para siempre su ternura.
¿Dónde
vamos hermanos?, si no quedan
montañas
silenciosas que nos cubran.
Lamentación de Melchor
Yo
lo vi, yo que tuve sus manos
en
estos dedos cubiertos por el oro
y
entonces eran livianos mis anillos
pero
hoy me pesan como si fuesen grillos.
Yo
lo vi en la lluvia, el madero
era
el barco que se nos naufragaba.
¿Dónde
está la inocencia del mundo?
Esa
lluvia me apago las llamas.
Esa
lluvia me quema las ropas,
¿era
agua o era furia ese agua?
Lamentación de Gaspar
No
miréis cuando lloro.
No
es honroso cuando un Rey lamenta,
pero
era mi niño y su alma
yo
la vi, la vimos en tronos y cunas.
¿Esperabais
verla en el aspa?
Lamentación de Baltasar
Silencio,
silencio las horas
no
pasan ni el tiempo sucede.
Es
crepúsculo y es tarde cualquiera.
¿Qué
importa el sol cuando cae,
si
tu niño, tu niño, mi niño
es
el sol que se muere?
Que
horas tan caras son estas,
de
madera y de hierro están hechas.
¿Ya
terminan nuestras pesadillas?
*
Partir y después.
¿Dónde
fueron? Nadie sabe decirlo.
¿Dónde
estaban? Nadie pudo saberlo.
Eran
viejos y tristes, casi sabios,
el
camino lo hicieron sus huellas
pero
solo el camino conoce
cual
fue el día y el sol y las horas.
Donde
fueron los Reyes no dice,
cuantas
veces alzaron la vista.
¿Dónde
estaban cuando Pablo estuvo?
¿Vieron
la Eternidad cuando se ardía?
¿Huyeron
frente a Juan alucinado?
Quizá
estaban perdidos y solos,
nadie
sabe su senda o su sino.
*
Tumbas de los Reyes
En
Saveh resguardan las dajma
y
el silencio es total cuando llueve,
más
aún si la lluvia ahoga al sol cuando muere.
En
Saveh las torres son tumbas
y
escaleras no llevan a nada
pues
tiempo ha que los Reyes partieron.
Que
el viajero no duerma a su sombra,
que
no crezca la hoja y la flor.
La
tristeza del mundo se duerme
donde
Reyes durmieron al sol.
No
busquéis sus reliquias ni joyas,
ni
sus ojos y sabiduría.
*
Estamos
en la senda de la vida,
somos
los hombres de la maravilla.
Somos
los viejos caminantes de la orilla.
Vamos
hacia la Estrella todavía.
*
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