Me avergüenzo de ti,
y hoy no te he dicho
lo bellamente fresco
que me dejaste el día.
Me avergüenza de ti
tu soledad augusta
tan llena de tristeza
y de impaciencia
por esa luz. La luz
que nunca pareciera
ni suficiente ni ahora.
Me incomoda tocarte
como un pájaro
que encontrara dormido entre las hojas
y mi pregunta lo dejaría sin alas.
No se puede estar cerca
sin sentirse
un poco triste y frío
en tu distancia.
martes, 18 de septiembre de 2018
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