Nunca podré contarte
lo solo que yo he estado
cuando una noche oscura no vino la tormenta
para justificarme la tristeza.
Leía de madrugada alguna historia,
aquellas que hablan de tanto amor y desespero,
que me caló hasta donde
durmiera la miseria.
Si, yo he llorado, niño,
sin intención de ánima.
Fue como si, de pronto,
hallarme sin pulmones
y una mancha grisácea
que me crecía aquí dentro.
Que solos que quedamos
cuando estamos despiertos
al borde de los demás que sueñan.
lunes, 30 de octubre de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Demos gracias al poeta porque hace poemas, al panadero por que inaugura panes, al albañil que ha levantado huecos de una casa, al pescado...
-
Yo he tenido el amor entre los brazos, pero no era el amor; y he roído sus mieles una a una, pero las encontré vacías. Y una noche, que ...
-
En realidad, no importa que no vengas. Triste sería que no coincida tu gesto con mi idea y tenga que borrar los garabatos. En esta insegu...
No hay comentarios:
Publicar un comentario