Fueron las mariposas, cuando nadie miraba,
que esparcieron la plaga y se reían
con sus ancestrales risas conspiradas
para estos momentos de desgracias.
Ellas, que habían venido de la Luna
y eran nuestras cotidianas maravillas
de pronto se revelaron viles y asesinas.
Un largo tiempo suspendido en las nubes
se desplomó como una garza muerta.
Lo habían tejido con baba de caracoles
y con luces de rocío. Con la tonta inocencia
de lo que nos asombra y que apenas entendemos
las mariposas lentas hicieron una red
y al vernos dormidos la echaron por encima.
Dormidos estábamos, extendidos y fríos
bajo los aleteos triunfales de aquellas mariposas.
martes, 4 de octubre de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hoy no se que escribir, porque las cosas están frías y muertas, el silencio ha tomado los días de la semana. Miro por la ventana como el...
-
Yo soy en el amor como las nubes, pues pertenezco al amplio horizonte, y desde allí observo tus caminos. Puedo permanecer en mis alturas...
-
Llena, pues, de palabras mi locura o déjame vivir en mi serena noche de alma para siempre oscura. Federico García Lorca ¿Por que...
-
Resido en el espacio altivo y distraído que priva a la tristeza. Abitamos un limbo de amaneceres bellos, pero vanos y tristes, como flor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario