Reclaman, siempre quejas locas sueltas,
que los gatos ariscos vengativos
no respetan el pacto establecido
y traicionan, apenas por ratones, la confianza.
Encuentran garras donde existe seda
y feroces colmillos a la paciente espera.
Describen con terror presente
el horror de la mirada ausente,
con que un gato en un muro, los observa.
Humanos, no soñéis ya tan en vano.
Los gatos no miramos vuestro miedo.
Sabemos ya el misterio de este mundo
y, sabios de penumbra, dormitamos.
jueves, 24 de octubre de 2013
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
“La vida, como un un péndulo, oscila constantemente entre el dolor y el hastío.” Arthur Schopenhauer "Sísifo de la luz, lo vi asce...
-
Es hermosa la lluvia. Si tenemos el techo que le de disciplina. Y es hermoso el sonido del metal y del agua, y la noche que brilla despu...
-
Yo he tenido el amor entre los brazos, pero no era el amor; y he roído sus mieles una a una, pero las encontré vacías. Y una noche, que ...