lunes, 26 de agosto de 2013

Es el invierno afuera.
Esta casa se quema.
Las arañas ya tejen sus mil enredaderas.
La casa se disuelve, se desbanda,
Los muebles trastabillan hacia las ventanas.

Desde adentro el invierno desenvuelve,
polvorientos tejidos con escarcha.
El invierno ya nos golpea en la puerta
y, aunque nos duela, lo dejamos entrar
hasta los dormitorios.

Es el último invierno que tenemos.
Ya no vendrán presurosos los gorriones,
a refundar la vida en el alero.
Ya se acaba el tiempo de los caracoles.
No los veremos despertar al verano.

Están secas las ramas,
y el invierno, en la puerta, nos apura.

Hoy no se que escribir, porque las cosas  están frías y muertas,  el silencio ha tomado los días de la semana.  Miro por la ventana  como el...