domingo, 12 de abril de 2015

"I want to know, have you ever seen the rain?
I want to know, have you ever seen the rain
comin´down on a sunny day?"

Have you ever seen the rain?
Creedence Clearwater Revival

Un día voy a preguntarte lo que nunca me dije
porque nunca tuvimos los días necesarios.
De verdad me gustaría saber
a donde vas cuando me quedo solo
y murmuro a mis colecciones de rincones.
¿Existe un camino que no separe tanto
mi terquedad de tu ignorancia estúpida y hermosa?

De verdad me gustaría saber a donde vas tan lejos 
que nunca nos hemos encontrado en las esquinas
y siempre voy yo solo y vas acompañando sombras
donde no queda espacio para mi penumbra.

Siempre dicen los grillos que estas al otro lado
de mi ciudad confusa 
pero nunca me dicen donde vas cuando llueve
y en todas las veredas la lluvia me festeja
aunque no se lo pida y me moja y me deja.

De verdad estas lejos, pero quiero saber
donde vas cuando llueve,
cuando al sol no le importa,
cuando todas las nubes podrían ser hermosas
si supiera encontrarte en la ciudad.


lunes, 6 de abril de 2015

El buen judío tan buenamente muerto
quizá nunca me imaginó sentado
en este universo donde el y yo somos
este pársec que nos separa.
Pero llevo su barba y aserrín
como mejor se puede cargar tanta memoria.
O sea, no lo sé y nunca lo completo.
El nombre de las cosas es apenas poco más
que el olvido de casi todos sus secretos.

Pero voy, como si ayer no fuese
esa estatua rizada y florecida
que es la mas callada de todas.

El justo buen judío que no se sabe nada
mas que tallar los muebles
mientras un dios relame la taza que le ofrecen.
El justo buen judío que tuvo manos santas
y no se imaginaba los retablos salvados
por esas mismas manos afloradas
que fueron elegidas para la luz y el rito
aunque no las supiera, aunque se lo callara.

Quizá dijo palabras que olvidaron
los que nunca lo vieron detrás de la promesa.
Esta perdido y nada lo recuerda
mas que esta palabra terca.


Esta noche es la primera de muchas.
El Otoño nos alcanzó las horas otra vez,
cuando ningún reloj se lo esperaba
y todos dormían sin saber de la lluvia.

No estaba escrito en ningún almanaque
que esta noche cualquiera nos llegaría el Otoño
para romper la rabia con la monotonía
de esta agua temprana.

Nadie nos dijo nada,
y por eso hoy, cuando llueve,
el Otoño es el único que pasea por las calles.


¿Me das tu corazón?
Yo tengo llaves
que guardan los rincones que proscribo.
Y tengo viejas cajas donde mueren
los momentos estúpidos y alegres.
¿Me das tu mano sola y alborada?
Tengo los dedos fríos en verano
y esta tristeza hoy me conquistó los huesos.
Vamos a la penumbra,
hay un rincón
donde no llegan ellos, los molestos.
En este laberinto de pasillos
bajo la enredadera nunca llegan.
Son vanos, pobrecitos, aburridos.
Ellos no alcanzan a medir estas distancias
que solo yo percibo y me atragantan.


sábado, 4 de abril de 2015

Mi vanidad que crece con la lluvia
y estas tristes historias de mundos destruidos
por niños héroes de ojos platinados.
Este sábado gris de la derrota
se vuelve dorado en el aire tangible
y en un lugar de la memoria
el niño de las nubes se ha vuelto alado.

Mi vanidad de ratón enjaulado
que ama los barrotes por que llora
contra ellos hasta perder la cola
en el gato cruel de la caída noche.

Son hermosos estos días de muerte y de calvario,
con las nubes doradas desteñidas
gracias a toda la lluvia que ya llevamos encima.

Santo ha de ser este día inmutable.
No ha dejado espacio a lo mundano
y afuera de mi caja las nubes son doradas,
son rojas en un lugar que todos ignoramos
pues nadie en la ciudad está mirando el cielo.
Si supieran los seres de este cemento muerto
que afuera de su mundo una esperanza ha muerto.
Si supieran que Dios puede llorar el día,
después de tanta furia.

Pero tal vez no saben que hoy, por estas horas,
cuando nadie entiende la soledad del aire,
estamos todos muertos y somos un milagro
solo por un momento.


lunes, 30 de marzo de 2015

  Gatos, ¿qué preguntas son estas,
las que brotan de vuestros ojos pálidos?
¿A que dioses profanos responden vuestros pasos
cuando en la noche oscura llamáis a la tormenta
desde la altura ignota de los árboles?
¿A donde vais, presurosos los pasos,
con la voz tan quebrada y la sombra tan justa?
¿Porque volvéis maltrechos de batallas insomnes?
¿Porque partís de nuevo, y sin saber a donde?
Volved, que os queremos pacíficos y nobles.
Esfinges de sillones, adornos de silencio.


Agapito ladraba con los perros.
¿Queré pan, Agapito?
Agapito tenía el hambre más antigua del mundo.
Dame pan, niña buena.
Agapito bebía el vino duro de las noches baldías
y comía los huesos que desprecian los perros.
Cojiflacos, caníbales, tambaleantes,
Agapito tenía una hilera de perros
nacidos a la sombra de un puente.

¿Queré pan, Agapito?
¡Gracia, gracia nenita!
Dio bendiga tu sueño.
¿Queré pan, Agapito?
Dame pan y dos pesos.
Compraré el vino tibio,
vino fuerte de pueblo.
Esta noche hará fresco,
dormiré en la cuneta.
Dormiré con mis perros.

Dame pan, que es tarde.
Ya me aburre el silencio.
Esta voz seca y tosca
cantará una canción
y que nadie me entienda.
¡Adió, gringa linda!
Dame pan y dos pesos.
Es barata la vida y terrible.
No me importa.
Dame pan, no me entero.

Agapito sonríe. Bebe y sueña y se duerme.
Agapito se muere, en el borde del camino.

Agapito era pobre y era bruto y honesto.
Lo he escuchado gritar piropos
a las chicas silvestres.
Y cantar con el vino para nadie.
Caminar bajo el sol
arrastrando la pierna que le pedía quedarse.

Sonríe, con la noche y el verano.
Camina para siempre hacia ninguna parte.
Busca pan y dos pesos.

Anda Agapito Peralta -Danilo Sosa

Es un día de frío.  Lo sé porque es el viento  y el cariño del gato  las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día  del oto...