Dios creó los ángeles con alas y luces,
y ellos se arrodillaron.
Gritaban "santo, santo, santo, santo."
Dios creó los árboles
y ellos se durmieron seis meses,
luego despertaron seis meses.
Florecían, ensancharon sus troncos,
lo ignoraron cuando tocó sus ramas.
Los árboles amaban a toda la creación.
Se extendieron sobre la tierra y sobre el agua.
Dieron oscuridad a las hormigas,
humedad al fuego, nueces a las ardillas.
Incluso sostuvieron su sombra en los caminos
por donde los ángeles iban en procesión
buscando los santuarios
para arrodillarse y gemir en éxtasis:
"Santo, santo, santo, santo."
Y Dios amó a los árboles
más que a los ángeles,
porque vió que los árboles amaban a toda la creación
pero los ángeles solo amaban a la luz.
lunes, 17 de abril de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Demos gracias al poeta porque hace poemas, al panadero por que inaugura panes, al albañil que ha levantado huecos de una casa, al pescado...
-
Esta noche es azul, y es algo triste.. Está un poco apolillada en los faroles. Y hay restos de gatunas ausencias, de ecos apresurados en...
-
Espera, no te vayas aun. Hoy ha sido alguno de esos días perfectos. Espera, se paciente. Mirémonos un rato a los ojos. Escucha, te digo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario