No me dejen morir en el ahogo de los hospitales.
Son horribles esas salas monocromas
con luces envenenadas y paredes secretas.
Y los pasillos, los pasillos afónicos
que pasan serenos como moscas.
Y el olor de los muertos que nunca se fueron
y la paciencia pálida de los enfermos.
Nunca es buena la muerte de los hospitales.
jueves, 14 de abril de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Demos gracias al poeta porque hace poemas, al panadero por que inaugura panes, al albañil que ha levantado huecos de una casa, al pescado...
-
Esta noche es azul, y es algo triste.. Está un poco apolillada en los faroles. Y hay restos de gatunas ausencias, de ecos apresurados en...
-
Espera, no te vayas aun. Hoy ha sido alguno de esos días perfectos. Espera, se paciente. Mirémonos un rato a los ojos. Escucha, te digo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario