Hace ya mucho tiempo te dije algunas cosas
que hoy se revelaron innecesarias.
Existe en esta carne una inevitable
urgencia por equivocarse.
Pero eran otros días y otros signos.
Estábamos parados en la cornisa,
el viento era el de las palomas.
De las palomas gordas que pasean
con las puntas del cuerpo temblorosas.
martes, 29 de marzo de 2016
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