De Tiresias me queda la ceguera,
pero no encuentro el sol entre la niebla.
Como Ulises, contemplo el mar bravío
y la esperanza azul de las gaviotas,
aunque ignoro el horizonte exacto hacia donde otear Ítaca.
Tengo de Sísifo la roca entre mis manos
y de Quirón, tal vez, la muerte inutil.
De Sansón, aquella fuerza última;
y de Hercules, la prueba y la tristeza.
martes, 29 de abril de 2014
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Demos gracias al poeta porque hace poemas, al panadero por que inaugura panes, al albañil que ha levantado huecos de una casa, al pescado...
-
Esta noche es azul, y es algo triste.. Está un poco apolillada en los faroles. Y hay restos de gatunas ausencias, de ecos apresurados en...
-
Espera, no te vayas aun. Hoy ha sido alguno de esos días perfectos. Espera, se paciente. Mirémonos un rato a los ojos. Escucha, te digo...