Para todos los que vengan después,
hoy he visto el sol ensangrentado
hoy he visto el sol ensangrentado
detrás de una cortina de humo
que iba de un extremo a otro del horizonte.
Hoy he visto la ciudad como un lagarto enfermo
quedarse bajo el sol así nomás
como si se hubiese desmayado
y fue una piedra gigantesca
sumida en el silencio de la fiebre.
Doy testimonio: yo he visto
el gato enroscado en su miseria,
los árboles erguidos y gritando,
las nubes desarmarse como humo,
el humo ocupar la tarde entera,
el monte arder completo
en una tarde
solo una tarde nuestra
sucedió todo esto.
Las tortugas murieron encerradas en el miedo,
los yacarés se secaron al sol,
las garzas se oscurecieron todas,
los árboles arrojaron sus flores y lloraban,
el silencio estaba extendido en las calles.
Yo lo he visto desde la altura de una escalera:
el horizonte humeaba oscurecido.
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