No me quitéis la risa, que soy la voz del mundo.
No de su rostro acero y hormigón;
sino de sus tugurios, sus muertos, sus esquinas.
Si me sacáis la risa me quedo en la llovizna
y el dolor es total cuando el caballo pasa
en la tortura lenta del peso y de la rueda.
Si me sacáis la risa no puedo ser malvado,
ni dios, ni dinosaurio, ni santo ni poeta.
Maldad sin vocación es mal oficio,
ser dios siempre requiere la guerra y el ruido.
Dinosaurio sería oferta para barrote y circo.
De santo no me atrae y el poeta responde
a la regla infinita de los endecasílabos.
Ya veis, que yo me burle no es regla.
Es necesario, mi risa es profesión.
Hasta los reyes rinden tributos al bufón,
aunque malinterpreten su risa como burla.
No entienden que la risa es al mundo creación.
domingo, 1 de noviembre de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Yo he tenido el amor entre los brazos, pero no era el amor; y he roído sus mieles una a una, pero las encontré vacías. Y una noche, que ...
-
Demos gracias al poeta porque hace poemas, al panadero por que inaugura panes, al albañil que ha levantado huecos de una casa, al pescado...
-
Fue el centauro a la roca para mirar el agua como un arbusto más sobre la tierra; el pálido reflejo no lo miró a los ojos. Una pequeña ag...
No hay comentarios:
Publicar un comentario