Algo maravilloso tienen los cachorros.
Nos recuerdan que el mundo no nos pertenece.
Nos ayudan a olvidarnos de la angustia
de la mortalidad y el miedo.
Algo siniestro tienen los insectos
cuando brilla la luna en sus caparazones
emanan volutas de suspiros y temblores
como fantasmas presos
en la eternidad fingida del recuerdo.
Tal vez no fue prudente que se nos revelara
ignorantes del creador inamovible
y de la razón perpetua y trascendente
los secretos del átomo y el verso
del caminar cansino de las bestias
del río interminable que difunde la marcha
fugaz y eterna de los peces.
Tal vez debieron impedirnos que eleváramos el rostro
por encima del agua virginal hacia la estrella
y la diferenciáramos del reflejo.
Tal vez aun podamos ser salvos
y absolver al mundo de la culpa que escondimos en sus mares
y el mal con el cual carcomemos sus entrañas.
Pero tal vez tampoco debimos convertirnos
en esto que ya somos.
sábado, 22 de febrero de 2014
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Petunia se descubre desde la ausencia y la rutina. Sus grandes ojos claros se entienden cuando dice que nos desprecia a todos y que quiere...
-
“La vida, como un un péndulo, oscila constantemente entre el dolor y el hastío.” Arthur Schopenhauer "Sísifo de la luz, lo vi asce...
-
Es hermosa la lluvia. Si tenemos el techo que le de disciplina. Y es hermoso el sonido del metal y del agua, y la noche que brilla despu...