miércoles, 15 de agosto de 2018

(...)
o aquella vez que estábamos sentados asombrados
más solos en el mundo que una columna rota.

*

Son preguntas que nunca fueron nuestras,
pero nos las encontramos a la vera de Dios
donde responden a lo que Dios se calla (todavía).

Quizá un día él se levante y nos elija para contestarnos.
Puede pasar, (si peores cosas han sucedido
aunque se había pedido lo contrario),
que venga una respuesta
a tu fe y a mi fe que está en la duda,
a mi curiosidad por las marismas
y a tu ambición por una vida
que ya no sea tuya
sino que pertenezca a un orden material
como un alivio o una respiración en la ceniza
que no nos sepa a sal y a miserias.

O quizá la luz que nos crece en los ojos
cuando buscamos corazones claros.
Yo me distraigo hablando solo,
mencionas datos que vienen desde fuera.
A cada pregunta nos ha de faltar tiempo.

Pero es tan bueno como una cría de rata
que tu asombro florezca todavía:
así de nuevo, y duro, y de bello y terrible.


No hay comentarios:

Es un día de frío.  Lo sé porque es el viento  y el cariño del gato  las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día  del oto...