Mi pobre barco blanco,
él tan pequeño,
soñó ser marinero y fue poeta.
Se va por la ciudad
hundiéndose en la noche
llenándose la sentina de tristeza.
Promesa de aventura,
tiene velas teñidas con la tierra.
Pero este mar que le toco
se aquieta, marrón bajo las ruedas.
Mi barco tiene olas de sal,
sueño de arena.
jueves, 11 de diciembre de 2014
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