El río Paraná tiene alma de anaconda,
se atraganta la garganta con el agua,
tira el golpe de la cola hacia el viejo Paraguay.
Guarda a Corrientes en el borde del enorme corpachón
Si lo vieran cuando cruza bajo el puente,
mueve el arco con el lomo, va quitandole orillas.
Tiene el viejo Paraná alma de víbora,
acordonada y fuerte, dormida al sol.
Encierra un alma guaraní de arco quieto y flecha tensa,
que puede desbordar en un bramido como de tigre herido.
domingo, 16 de noviembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un día de frío. Lo sé porque es el viento y el cariño del gato las cosas que lo anuncian. Renovado y discreto este primer día del oto...
-
Demos gracias al poeta porque hace poemas, al panadero por que inaugura panes, al albañil que ha levantado huecos de una casa, al pescado...
-
Esta noche es azul, y es algo triste.. Está un poco apolillada en los faroles. Y hay restos de gatunas ausencias, de ecos apresurados en...
-
Espera, no te vayas aun. Hoy ha sido alguno de esos días perfectos. Espera, se paciente. Mirémonos un rato a los ojos. Escucha, te digo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario